jueves, 1 de abril de 2010


EL TIGRE OTORONGO
Una mujer pira se fue al monte a traer leña dejando en su casa a un niño pequeño al cuidado de su marido. La mujer se adentró hasta una quebrada en donde había unos árboles secos y caídos.
En esta quebrada estaba la guarida de un tigre otorongo. El tigre se convirtió en piro y vistió una cushma. Se presentó a la mujer y ésta lo confundió con su marido. El tigre dijo a la mujer: “Esposa, vamos a ir más adentro, allí hay leña”. La mujer se fue con el tigre. Allí vio una cueva, que era la casa del tigre.
En la cueva el tigre dijo a la mujer: “Yo soy tigre, y no te vayas de mi lado, porque de lo contrario te devoraré”. La mujer se quedó a vivir con el tigre.
El piro buscaba a su mujer. Salió ala monte solo, a veces, y otras veces acompañado de sus hermanos y cuñados. La buscó durante cuatro años.
Un día pasó por una quebrada. Había allí muchas pisadas de tigre. El hombre pensó que algún tigre de aquellos habría secuestrado a la mujer. Se puso a comer frutas de un arbusto y vio que se acercaba una mujer a comer también las frutas.
Esa mujer era la suya. Le habló y la invitó a acompañarle. Mas la mujer alegaba que tenía ya tres hijos del tigre y que no podía abandonarlos.
El piro dijo a su mujer: “Vete a llamar al tigre, pues quiero hablar con él”. La mujer fue a avisar al tigre y el piro fue a llamara a sus cinco hermanos.
Vino el piro con sus cinco hermanos al lugar señalado para la cita con el tigre. Traían un buen cargamento de flechas. Vinieron también el tigre y la mujer.
Los piros dispararon sus flechas contra el tigre y le dieron muerte. El piro quiso rescatar a la mujer y la arrastró hasta su casa. Pero la mujer estaba acostumbrada a vivir en compañía de los tigres y huyó de nuevo a la selva

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